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jueves, 5 de agosto de 2010

COGNITIVA: Reconocimiento de Rostros Entre Congéneres


Foto: Christoph DahlDiariamente vemos a muchas personas: desde la camarera en la cafetería, al conductor del autobús, pasando por los compañeros de trabajo y gente del vecindario. Sin la capacidad de reconocer los rostros a primera vista, no podríamos distinguir a una persona de entre las demás.

Los monos también poseen una capacidad notable para diferenciar los rostros de los miembros de su grupo y extraer directamente a partir del rostro información relevante sobre el individuo.

El equipo de Christoph Dahl, investigador en el Instituto Max Planck para la Cibernética Biológica en Tubinga, Alemania, ha examinado cómo las personas y los monos macacos reconocen los rostros y procesan la información en el cerebro.

Entre otras cosas, los investigadores han constatado que ambas especies detectan los rostros de sus congéneres inmediatamente, mientras que los rostros de individuos de otras especies son procesados de forma diferente.

Desde pequeños estamos acostumbrados a las caras de otros humanos, y nos fijamos en detalles como una nariz larga, unos labios gruesos, o unas cejas pobladas. Aprendemos a reconocer las pequeñas diferencias que contribuyen a la apariencia facial de una persona.

En los monos es muy similar. Ellos aprenden a reconocer los rasgos faciales de sus congéneres y pueden determinar la identidad de cada miembro del grupo rápidamente.

Sin embargo, en los humanos, así como en los monos macacos, este principio sólo funciona para individuos de la misma especie. Aunque el reconocimiento de los rostros de los congéneres se hace usando un procesamiento holístico, las partes individuales como la boca, la nariz y los ojos, así como las proporciones faciales son importantes. A pesar de que miramos a los ojos, nuestras funciones neurales capturan la imagen completa.



Información adicional en: Max Planck Institute

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